Seguimos con nuestra serie de rutas para aquellas personas que nos pedís que os recomendemos algunos recorridos para conocer los sitios más destacados de la comarca.
En estas rutas, combinamos los itinerarios en coche con pequeños paseos a pie, aptos para todas las personas con mayor o menor forma física, por los sitios más emblemáticos.
Todas nuestras excursiones partirán desde LA ALMAZUELA.
Hoy visitaremos la comarca de las 7 Villas. Constreñida por las sierras de La Demanda y de Urbión, poblada de parajes agrestes de inusitada belleza, con innumerables cursos fluviales y gran riqueza cinegética y piscícola, la comarca es un muestrario de gran riqueza paisajística y exhuberancia natural.
El origen de las 7 Villlas como organización comarcal se remonta a 1584, cuando se firmó en la Ermita de Santiago, en Viniegra de Abajo el acta de fundación de la de la Confederación de las Cinco Villas y Valle de Canales: Brieva de Cameros, Viniegra de Arriba, Viniegra de Abajo, Ventrosa y Mansilla de la Sierra, y Canales de la Sierra teniendo bajo su jurisdicción en su valle las villas de Villavelayo, Monterrubio de la Demanda y Huerta de Arriba.
Comenzaremos nuestro paseo partiendo de LA ALMAZUELA por la carretera LR-333 con dirección a Viniegra de Arriba.
En el Puerto de Montenegro haremos una breve parada para contemplar las magníficas vistas.
Ya estamos en la Comunidad Autónoma de La Rioja y seguimos camino hacia
Viniegra de Arriba
Limítrofe con Soria, a la sombra del pico de Urbión y regada por los ríos Ormazal y Castejón, es uno de los pueblos que mejor ha conservado su arquitectura popular, sus calles empedradas, y el encanto de un pequeño pueblo, con sus vacas y ovejas por las calles, guarda por ese motivo el encanto que tuvo en los tiempos de nuestros antepasados.
A unos metros del casco urbano, en el Collado de San Miguel, se encuentra una necrópolis romana.
La iglesia parroquial de la Asunción, la ermita de la Magdalena, San Vicente y el lavadero con su fuente de tres caños, concentran la riqueza patrimonial del municipio junto con sus edificios de piedra, algunos del siglo XVII.
Seguimos nuestro camino por la LR-333 hasta llegar a
Viniegra de Abajo
La huella de los indianos ha quedado impresa en esta hermosa localidad. Numerosas casas palaciegas, situadas al borde de la carretera, contrastan con las construcciones de mampostería de los ganaderos, más sencillas pero de similar belleza. Su distribución a lo largo del río Urbión, afluente del Najerilla que nace en una laguna natural en la sierra de Urbión, hace del municipio un amplio espacio ideal para pasear por sus calles empedradas, salpicadas de huertas y de bancos de piedra. Toda la vega del río es de gran belleza.
De su patrimonio artístico destaca la iglesia parroquial de la Asunción, un sólido edificio de piedra rojiza. También son de interés las ermitas de la Soledad, de San Millán y de Santiago.
Finalizada nuestra visita, seguiremos la carretera y antes de llegar al cruce con la LR-113 tomaremos un desvío a la derecha por la carretera LR-436 que nos levará hasta
Ventrosa de la Sierra
Su entorno agreste es de una notable belleza. El visitante, recorriendo la carretera de las Viniegras, disfrutará de hermosos paisajes con los roquedos, bosques, praderías de altura y el río Ventrosa circundado por tramos de choperas.
En Ventrosa podemos visitar la iglesia de San Pedro y San Pablo, del siglo XVIII, de la que destaca el espléndido retablo mayor. La ermita del Cristo, de sencilla y rústica construcción. La ermita de Villa Rica, en la margen izquierda del río Najerilla. La pequeña torre con reloj. El Puente de Hiedra, situado entre la ermita de Villa Rica y la Venta de Goyo, sobre el río Najerilla. De su arquitectura civil, destacar algunos edificios de los siglos XVII y XVIII con escudos heráldicos en las fachadas.
Regresamos a la carretera LR-333 y la seguimos hasta el cruce con la LR-113, donde se encuentra la Venta de Goyo. Es esta una antigua venta que ahora se ha convertido en hotel, restaurante y gasolinera.
Una vez en el cruce, tomaremos la dirección hacia Salas de los Infantes y, contemplando el embalse de Mansilla, llegaremos a
Mansilla de la Sierra
De la antigua localidad de Mansilla sólo queda en pie la ermita de Santa Catalina que, por su altitud, no ha quedado cubierta por las aguas del pantano.
En 1960, coincidiendo con la inauguración del embalse, los habitantes de Mansilla estrenaron pueblo. Esta localidad es la más atípica de las 7 Villas, con casonas blancas adosadas.
En otoño e invierno, las aguas del pantano dejan al descubierto las casas y calles del antiguo pueblo de Mansilla. En la casa de Islas se puede visitar la exposición "Mansilla la memoria sumergida", colección fotográfica en 3D que compara el pasado y presente de Mansilla.
Siguiendo la carretera LR-113 encontraremos
Villavelayo
Los ríos Canales y Neila unen sus aguas en el corazón de Villavelayo, estructurando su casco urbano en dos barrios, cuyas calles confluyen en la plaza Mayor, punto de referencia para el visitante.
Ubicado en plena Sierra de la Demanda, en un enclave espectacular entre el San Lorenzo y los picos de Urbión, Villavelayo cuenta con espectaculares hayedos donde perderse; pozas naturales para refrescarse en verano; recursos micológicos, trucheros y cinegéticos; rutas senderistas; y momentos mágicos que brinda la Naturaleza, como el de la berrea, al comenzar el otoño.
A nivel artístico, cabe destacar la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, de estilo románico, pero con restos anteriores mozárabes. Desde su enclave se puede disfrutar de una inigualable panorámica de todo el pueblo.
En esta villa nació y creció a mediados del siglo XI Santa Áurea, única santa riojana. Su ermita del siglo XVII, acoge la fiesta patronal el 11 de marzo y en agosto.
La siguiente población que encontramos siguiendo la LR-113 es
Canales de la Sierra
Al pie de la sierra de la Demanda se yergue esta población de casas blasonadas y monumentos sillares que advierten de un pasado hidalgo y esplendoroso. Cuenta con varios puentes que conectan sus dos barrios salvando las aguas del río Najerilla, que atraviesa todo el pueblo.
De las huellas nobiliarias de esta villa destacan el Palacio Condestable, los balcones típicos de la época y sus formidables escudos que ornan sus edificaciones y que apuntan a la presencia de varias órdenes monásticas.
Uno de los principales atractivos es el edificio del Teatro, una corrala de madera en cuya torre, al lado del reloj, asoma la figura del "Papamoscas". Destacan también, la iglesia de San Cristóbal, la iglesia parroquial, dedicada a Santa María y la ermita de la Soledad, a 8 kilómetros de del municipio en un hermoso paraje.
Una vez finalizada la visita a la villa de Canales retomamos la carretera LR-113, pero esta vez de regreso, volviendo por Villavelayo, Mansilla... y en la Venta de Goyo, en vez de volver por la carretera de las Viniegras (LR-333) seguimos por la LR-113 dirección a Nájera. Un poco más adelante, hay un desvío a la derecha (la carretera LR-232 que nos llevará a Brieva de Cameros) pero lo dejaremos para nuestra vuelta. Ahora seguiremos por la LR-113 unos cuantos kilómetros más hasta el cruce con la LR-435 que nos llevará hasta el
Monasterio de Valvanera
Desde hace más de once siglos, en uno de los valles de las estribaciones de la sierra de la Demanda, recoleto y exhuberante, se levanta el Monasterio de la Virgen de Valvanera, lugar de peregrinación, sede de la Virgen Patrona de La Rioja y, sobre todo, de Los Cameros.
Un paisaje, el del acceso y contornos, áspero, empinado y adusto que parece querer ocultar y reservar el “remanso de paz” que reina en el Valle estrecho y recoleto poblado de bosques apretados y breñas variadas, que surcan por veneros manantiales. Montes casi verticales con cimas de más mil metros, y con unos nombres como el bíblico Mori al Norte, el vulgar Umbría al Sur, el extraño Cándalo al Naciente y el antipático Pancrudo al Oeste.
La iglesia, gótica del segundo período, esbelta, proporcionada «una catedral en pequeño», es por lo menos la tercera. Hubo antes otra románica, que restauró Alfonso VI en 1.092. De ella queda el ángulo inferior de la actual y la torre. Y antes, otra sencillísima, que seguramente sería visigótica. La única pieza de valor subido es reciente: la corona de oro y pedrería que el pueblo riojano regaló a su Virgen el día de la coronación.
Flanquean la iglesia una antigua hospedería renacentista y vistosa recientemente restaurada, al Oriente; al Poniente, el edificio monacal, restauración casi total sobre un esqueleto del siglo XVII, sin arte alguno, aunque casi cómodo y suficientemente dotado.
Una vez hayamos disfrutado de los magníficos paisajes que se divisan desde el monasterio, volveremos sobre nuestros pasos para encontrar, de nuevo, la carretera LR- 113 e iremos hacia el anterior cruce con la LR-232 dirección a Ortigosa. Poco antes del Puerto de Peñahincada encontraremos la villa de
Brieva de Cameros
Brieva es una villa antigua que conserva las esencias del típico pueblo de montaña, donde la piedra, el agua y sus huertos nos indican la forma de vida de sus moradores.
La trashumancia se ha llevado a cabo hasta hace pocos años en Brieva debido a sus magníficos pastos de montaña.
De su patrimonio destacan la iglesia de San Miguel, el barrio de Barruso con la iglesia de Santa María, el palacete y los jardines de los marqueses de La Felguera, el Ayuntamiento, el museo "Rancho del esquileo", el chozo pastoril, el crucero con el rollo y la ermita de la Soledad.
En el río Brieva está instalada la única piscifactoría dedicada a la cría de alevines de trucha autóctona con destino a la repoblación de los ríos riojanos, propiedad del Gobierno de La Rioja.
Abandonamos Brieva y nos dirigimos hacia Ortigosa, pasando por el Puerto de Peñahincada disfrutando de sus vistas y de sus curvas. Una vez en Ortigosa, saldremos a la carretera N-111 y volveremos a LA ALMAZUELA por Villoslada de Cameros, donde nos espera una reconfortante cena.
(*) La información, textos y fotografías han sido extraidos del folleto y de la página web "7 Villas" del Colectivo del Alto Najerilla.