Empezaremos la excursión, después de un opíparo desayuno en nuestra posada, dirigiéndonos en coche hasta Villoslada de Cameros, donde tomaremos la carretera que, nada más entrar en la población, a la derecha, justo enfrente del Centro de Interpretación del Parque Natural de Sierra Cebollera, nos conduce hasta la Ermita de Lomos de Orios.
Ermita Lomos de Orios (00 min.)
Una vez estacionado nuestro vehículo en el aparcamiento de la ermita, subiremos por una hermosa escalera de piedra hasta la plaza donde veremos el cartel indicador del inicio de nuestra excursión.
El entorno presenta un singular arbolado con chopos y fresnos centenarios y un gran abedul junto a unas callejas de piedra utilizadas antaño como contaderos de ganado. Atravesamos estos prados que pertenecen a la dehesa de la ermita y, tras pasar junto a una fuente, bajamos a la pista y seguimos por ella.
A ambos lados encontramos pinares de pino silvestre, un bosque que ocupa grandes extensiones en el parque. Este trayecto es un buen lugar para tratar de observar las aves del pinar, como el carbonero palustre, el piquituerto, el reyezuelo sencillo o el verderón serrano, además de otras más comunes y omnipresentes como el carbonero garrapinos o el pinzón.
Siguiendo por la pista, llegamos a un cortafuegos desde el que tenemos una amplia vista panorámica. Todas las laderas están cubiertas de pinares y, dispersas entre ellos, aparecen manchas de hayas y algunos canchales o "desecadas". Pasado el cortafuegos, tomamos una senda a la derecha que nos lleva a la Majada de las Desecadas.
Majada de las Desecadas (25 min.)
En esta majada se ha reconstruido un chozo y dos cerramientos circulares, vestigios de los usos que estas sierras tuvieron antes de que fueran colonizadas por los pinos, tras el declive de la trashumancia. Los chozos eran usados por los pastores trashumantes durante el verano para permanecer junto a sus ganados.
Descendemos ahora por un pinar con altos fustes que nos invita a escuchar...el silencio del bosque. Sólo podremos oír el lejano murmullo del arroyo, el movimiento de los árboles en días ventosos o el reclamo de algún ave como el petirrojo. Continuamos descendiendo, llegamos a la pista de Puente Ra y la tomamos hacia arriba, para al cabo de un kilómetro llegar a un paraje pintoresco con numerosas y vistosas cascadas.
Cascadas (1 h 10 min.)
Desde las cascadas hemos de volver por nuestros pasos y llegar por la pista hasta Puente Ra. Los hayedos que atravesamos son bosques húmedos y sombríos donde es poca la vegetación que crece bajo sus copas. En estos suelos habita un pequeño insectívoro de hábitos nocturnos, la musaraña tricolor, que se alimenta de insectos y lombrices que encuentra entre el manto húmedo de la hojarasca.
Llegados a Puente Ra, tomamos una senda por el pinar que nos devuelve, con fuerte pendiente, hasta la ermita de Lomos de Orios. En este tramo aparece una mayor diversidad de árboles y arbustos como fresnos, arces campestres y majuelos. El sendero sale a la carretera de acceso a Lomos de Orios y ya sólo nos quedan los cincuenta y cinco escalones de piedra para llegar a la plaza de la ermita.
(c) La información contenida en este artículo (textos, fotografías y mapas) han sido extraídos del folleto "Sendero de las cascadas", número 4 de la colección "Red Básica de Senderos" del Parque Natural Sierra de Cebollera, publicado por la Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno de La Rioja.